Ahn Jung-geun Memorial Hall

Descripción textual proporcionada por los arquitectos/as. El Ahn Jung-geun Memorial Hall está enclavado en un bosque en la montaña Nam, en el centro de Seúl, Corea. Junto al lugar se encuentran los restos de un antiguo santuario de guerra donde los japoneses adoraban a sus caudillos y espíritus durante la época colonial. Tras desenterrar el antiguo recordatorio de la desgracia y la humillación, el nuevo edificio para Ahn Jung-geun (1879-1910), un patriota y mártir, se alza triunfalmente sobre el lugar. El salón conmemorativo está configurado como un grupo de 12 masas que se elevan desde la base hundida. El número 12 simboliza a los héroes anónimos de Dongeui Danjihoe, una sociedad secreta cuyo nombre se traduce aproximadamente como Sociedad de Patriotas, que fue organizada originalmente por Ahn. Los miembros se cortaron los meñiques en 1909 en una demostración de su lealtad y determinación hacia el movimiento de liberación clandestino.

La entrada conduce a los visitantes a las rampas situadas un nivel por debajo de los alrededores. A medida que los visitantes caminan por las rampas, verán el legado de obras caligráficas de Ahn impresas en la pared negra de la derecha. El camino se extiende hasta el fondo, donde se encuentra la entrada principal. El paseo es un largo y sereno viaje que conecta el presente con el pasado. Sirve como conducto entre épocas, así como enlace con el espacio de exposición al aire libre de la sala.

La atención de los visitantes se desplaza naturalmente del mundo real al espacio conmemorativo y de la caligrafía circundante a través del ajuste en la variación de nivel. Dedicado a Ahn Jung-geun, el exterior de esta nueva instalación está envuelto en una capa semitransparente de textura uniforme. En el interior, hay una intrigante diversidad de aberturas y cierres, con diversas funciones.

En lugar de favorecer los espacios oscuros y dramáticos, el edificio crea espacios luminosos y diversos dentro de las 12 «cajas» luminosas. La capa exterior translúcida permite que la iluminación del paisaje provenga del propio edificio y ayuda a mantener el significado simbólico de la sala conmemorativa. Después de ver la sala de exposiciones final, los visitantes son conducidos al exterior del edificio a través de la escalera sur, que ofrece una hermosa vista del horizonte de la ciudad, hacia el río Han.